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jueves, 18 de mayo de 2006

Nos mudamos

Después de unos cuantos problemas con blogger (los peores no con este blog), he decidido cambiar de host. A partir de ahora podréis leerme en mi nuevo blog. Nos vemos pronto

miércoles, 17 de mayo de 2006

Definiciones


Impotencia.
(Del lat. impotentia).
1. f. Falta de poder para hacer algo.
2. f. Incapacidad de engendrar o concebir.
3. f. Imposibilidad en el varón para realizar el coito.
[Diccionario de la RAE]

Impotencia.
(Del lat. impotentia).
1. Sensación muy desagradable (asociada a sentimientos de angustia, frustración e incluso agotamiento) que una persona experimenta cuando, queriendo resultar útil a un ser querido, comprueba que su presencia y ayuda son más inútiles que una nevera en el Polo Norte.
[Diccionario Temporal de Tindriel]


Ayudar.
(Del lat. adiutare).
1. tr. Prestar cooperación.
2. tr. Auxiliar, socorrer.
3. prnl. Hacer un esfuerzo, poner los medios para el logro de algo.
4. prnl. Valerse de la cooperación o ayuda de alguien.
[Diccionario de la RAE]

Ayudar.
(Del lat. adiutare).
1. Contribuir, a veces con un simple gesto, a que otro ser cercano a ti (por proximidad física o emocional), tenga una día, un momento, una vida algo mejor.
[Diccionario Temporal de Tindriel]


Desatender.
1. tr. No prestar atención a lo que se dice o hace.
2. tr. No hacer caso o aprecio de alguien o de algo.
3. tr. No corresponder, no asistir con lo que es debido.
[Diccionario de la RAE]

Desatender.
1. Comportamiento animal que consiste en ignorar que en el mundo existe algo más que el ombligo propio (en el caso de los mamíferos), el hueco asignado en el nido o cualquier otro equivalente zoológico. Comportamiento que en humanos puede llevar a situaciones como la de que un conductor de tren expulse del mismo a dos ciudadanos desconocidos tras una pelea, a pesar de que el sujeto A (violento y borracho) había roto la nariz del sujeto B (que sólo pedía bajarse en la siguiente parada, para evitar un enfrentamiento en el andén, o, al menos, que se avisara a una ambulancia). Igualmente puede definirse como la indiferencia con la que dicha actuación fue acogida por la gran parte (todos menos 3) de los conciudadanos que viajaban en dicho tren.
[Diccionario Temporal de Tindriel]


Dibujar.
(Del fr. ant. deboissier).
1. tr. Delinear en una superficie, y sombrear imitando la figura de un cuerpo. U. t. c. prnl.
2. tr. Describir con propiedad una pasión del ánimo o algo inanimado.
3. prnl. Dicho de lo que estaba callado u oculto: Indicarse o revelarse.
[Diccionario de la RAE]

Dibujar.
(Del fr. ant. deboissier).
1. Capacidad del ser humano para crear figuras inteligibles y/o capaces de transmitir “algo”, con la ayuda de su talento, su habilidad y apoyos materiales (lápices, carboncillos, óleos...).
2. Habilidad que puede entrenarse, como cualquier otra, incluso aunque hasta el momento lo más reseñable de la creación artística de un ser humano consista en interminables campos de margaritas.
3. ¿Quién dijo miedo?
[Diccionario Temporal de Tindriel]


Temporal
(Del lat. temporalis).
1. adj. Perteneciente o relativo al tiempo.
2. adj. Que dura por algún tiempo.
3. adj. Secular, profano.
4. adj. Que pasa con el tiempo, que no es eterno.
5. m. tempestad (// tormenta grande).
6. m. Tiempo de lluvia persistente.
7. m. And. Trabajador rústico que solo trabaja por ciertos tiempos del año.
8. m. p. us. Buena o mala calidad o constitución del tiempo.
[Diccionario de la RAE]

Temporal.
(Del lat. temporalis).
1. Modificable, revisable según las condiciones y estados de ánimo. Discutible y renovable cuando sea necesario.
[Diccionario Temporal de Tindriel]

jueves, 11 de mayo de 2006

Equivocaciones


Ayer fue un día de equivocaciones. De cometer unas y rectificar otras. De una en especial, que yo me limité a repetir, me alegro infinitamente. Quiero decir que me alegro de que se demostrara como tal. De otra... Bueno, sobre esa aún experimento sentimientos contradictorios. Pasé de la rabia, la desesperación, la impotencia, al cabreo, la ira, el llanto. Pasé por el alivio, la gratitud, el deseo de venganza, la tristeza... Y aún hoy no sé muy bien cómo tomarme las cosas.

Saber que lo que llevas más de dos años siguiendo con puntualidad inglesa no ha servido para nada es frustrante. Si encima primero piensas que es “culpa” tuya y luego descubres que no, que en realidad nunca pudo servir para nada porque no es la solución adecuada. Entonces es cuando te cabreas. Mucho. Pero luego llega alguien y te dice “no importa, hay otras soluciones y ésta que te propongo va a mejorar tu vida”, y concibes esperanzas. Y cuando otra persona lo ratifica, entonces sientes alivio. Y todo se mezcla, y aún no termino de digerirlo.

Hoy pienso en cuántas equivocaciones más estaré cometiendo, y en las que estará cometiendo el resto del mundo. No sé si ahora mismo podría aguantar alguna más.

sábado, 29 de abril de 2006

Neil Gaiman es Dios y Dave McKean su profeta o por qué me cago en la madre que parió a los directivos de cierta distribuidora



Estoy enfadada. Cada vez menos, pero esta tarde he vivido momentos de absoluta frustración. Afortunadamente Internet es grande, y parece que estoy a punto de superar el obstáculo que ha tenido a bien presentárseme hoy.

Esta tarde he salido a hacer algo de compra al supermercado de al lado de mi casa. Una vez pertrechada con algunos alimentos, he decidido pararme en el videoclub, para ver si había algo que mereciera la pena. Al principio no he encontrado nada, pero cuando, desanimada, enfilaba el camino hacia la puerta, lo he visto. Solitario, casi invisible, pero ahí estaba. El DVD de Mirrormask (La Máscara de Cristal en español, gran traducción, claro). Me he abalanzado sobre él, ya que sólo había disponible una copia, y llevaba muchos meses ya queriendo verla.

Para quien no lo sepa diré que Mirrormask es el producto de un triángulo creativo inigualable: Dave McKean en la dirección y el guión, Neil Gaiman en el guión y la producción y la Jim Henson Company en la producción y el origen del proyecto. Una pequeña joya que, inexplicablemente, ha pasado inadvertida en España. Bueno, inexplicablemente no.

El proyecto nació (si no me equivoco) en 2002, a raíz de una llamada telefónica, y del deseo de recuperar el espíritu de películas como Cristal oscuro y Dentro del Laberinto. Tres años después la película estaba acabada, y había una distribuidora dispuesta a llevarla a todos los cines. Con ciertas condiciones, claro. El acuerdo era estrenarla en 52 cines de Estados Unidos y, en función de la acogida, ampliar las salas y los países. Pero claro, algo así está destinado a fracasar. En 6 semanas la película no llegó a los 600.000 dólares de recaudación y, aunque las críticas fueron excelentes, se convirtió en un largometraje destinado a una minoría afortunada, mientras el resto cruzábamos los dedos.

En España la película ha salido directamente en DVD, sin darle una ocasión en los cines. Aún más, el lanzamiento en DVD se ha restringido al alquiler y no se ha hecho ninguna publicidad sobre ello. La distribuidora ni siquiera lo anuncia (ni en la web oficial ni en la parte de prensa) ni comenta nada sobre la posibilidad de sacarlo a la venta.

Aún así yo quería el DVD. Una opción era pedir un enorme favor y que me lo enviaran desde el otro lado del Atlántico. La otra, copiar el DVD, guardar los archivos en mi disco duro y grabarlo si, y sólo si, mañana no lo encontraba en la Fnac. Desde luego en su página web ni aparece, pero la esperanza es lo último que se pierde. Pero cuando he ido a grabarlo... ¡¡sorpresa!! El DVD viene equipado con un sistema anticopia que mis programas no podían saltarse.

Genial. Y aquí se ha producido mi cabreo, porque a ver, si tienes una película que no distribuyes en cine, que sacas en DVD de alquiler de tapadillo y que no tienes ninguna intención, al menos aparente, de sacar a la venta... ¿Qué más te da que lo copie? Joder, si los videoclubs ya te han pagado lo que deben y ellos van a tener que alquilarlo igual para que la gente lo copie, ¿a qué viene putear un poco más a los 4 pringados que tenemos interés en la película?

Pero como ya he dicho antes, la esperanza es lo último que se pierde, y he acabado consiguiendo un programa para desencriptar el DVD. Sí, parece ser que al final tendré mi copia, por mucho que los de la distribuidora intenten impedirlo. Aunque claro, pudiera ser que sólo lo hayan hecho para favorecer la creatividad personal y mejorar nuestros sistemas de búsquedas de información. O algo así.

En fin, en cualquier caso la película es muy buena. La estética es inconfundiblemente de McKean, y a mí me encanta. Eso sí, supongo que si McKean no entra dentro de tu lista de dibujantes/ilustradores preferidos, igual tiene menos gracia. Y la historia es absolutamente Gaiman. Sí, quizás el argumento no parezca muy original, pero el desarrollo sí lo es. Me gusta la capacidad que tiene para combinar 2 historias en una misma, o para convertir un relato sobre los conflictos de la adolescencia en un cuento de fantasía.

Y luego están los detalles absolutamente geniales. Como las esfinges, que estéticamente son gatos, y a las que les encantan los libros, aunque no los lean. O la imagen de los libros que, al saberse rechazados por su lector, vuelan tristemente hacia la biblioteca. Sin olvidar a "The really useful book", valiente, amable y sabio, como deberían ser todos los libros que, alguna vez, deben guiar tus pasos.

Sí, en definitiva es una gran película llena de momentos deliciosamente geniales. Y es que no en vano Neil Gaiman es dios y Dave McKean, su profeta. Jim Henson estaría orgulloso.

jueves, 27 de abril de 2006



-­Me caigo de sueño. De forma casi literal. Ayer llegué a casa a las 5, y como tenía que estar aquí a las 9, deduje que no merecía la pena que me acostara, no fuera a ser que no hubiera persona, aparato o similar que lograra despertarme a tiempo. Así que me puse a jugar al ordenador, pero debo decir que, mal que me pese, ni Los Sims ni el Civi IV son lo suficientemente emocionantes, desde el principio, como para que si empiezas una ppartida a esas horas, te mantengan despierto. Ahora sólo pienso en llegar a casa y dormir 2 días seguidos. De verdad. (Escrito a las 13 horas, en el trabajo, del que he conseguido salir media hora después)

-­Me gusta la música comercial. Vale, no toda, pero alguna sí. No me emociono escuchando a Bibal o bustamante, pero sí me gustan algunas canciones de Shakira o Anastacia. Tampoco considero que U2 o Depeche Mode sean grupos no comerciales, la verdad. Y no me preocupa. Duermo muy bien por las noches.
También soy capaz de reconocer que, a veces, me gustan canciones que, objetivamente, sé que son malas. Pero me tocan la fibra sensible, me transmiten algo, o me encontraron en el momento adecuado y desde entonces asocio a esas melodías una determinada sensación que mi cerebro interpreta de forma positiva. Incluso hay otras ocasiones en las que, aunque la canción sea mala, la voz del cantante hace que no me disguste en absoluto.
Y luego hay grupos que no me gustan nada, incluso cuando oigo hablar maravillas de ellos a gente con un gusto musical que respeto, o con conocimientos mucho más amplios que los míos en la materia.

domingo, 23 de abril de 2006

Y el Oscar es para...



Mi vida parece Hollywood. No porque esté rodeada de Angelina Jolie, Bradd Pitt, George Clooney o similares, que ya me gustaría (sin menospreciar una pizca lo presente, claro). Ni porque mi rutina se asemeje a un guión cinematográfico cualquiera. No, no es eso. Es sólo que mi cuerpo ha decidido convertirse en la sucursal española de la Twentieth Century Fox, Miramax, Amblin, Warner Bros. y compañía. Todas a la vez, y sin descanso.

La próxima vez que queráis ver al supervillano enfrentado al ciudadano normal convertido en superhéroe no vayáis al cine. Y que no se apuren los distribuidores, no es que ya no haya películas que atraigan al público, es que las he acaparado yo. Soy el resultado de años de concentración y monopolio, y tengo la exclusiva de las superproducciones.

El otro día me dieron los resultados de mis análisis. Todo normal, dentro del caótico orden en que se ha convertido mi cuerpo. O que siempre ha sido pero que ahora conocemos. A la secreción descontrolada (ahora un poco más encarcelada) de hormonas y a la insoportablemente elevada producción de antígenos para combatir los elementos extraños tipo polen, cacao y demás (es decir, alergias), se ha unido algo nuevo: la superproducción de insulina. ¿Qué significa esto? Nada grave, aunque sí coñazo. Significa que genero más insulina de la necesaria para quemar una cantidad X de glucosa, por lo que acabo consumiendo una cantidad X+Y, con la consiguiente hipoglucemia. Tratamiento, ninguno. Bueno sí, consumir pequeñas cantidades de azúcares cada poco tiempo, de forma que pueda nivelar el ciclo producción-consumo.

Hoy me han dado 2 bajadas de azúcar. La segunda ha sido en casa, mientras me lavaba el pelo después de teñírmelo (el mechón de canas no era nada favorecedor). La primera ha sido algo más preocupante: en el coche, conduciendo, cuando volvía de hacer la compra. Eran las dos y media de la tarde y mi cuerpo ha considerado que 3 cucharadas de azúcar con el té y 2 sobrecitos de ídem con un café no eran aportes sufientes. Así que he tenido que parar el coche. Afortunadamente llevaba 2 kilos de fresas entre los alimentos que he comprado. Y he dado cumplida cuenta de, aproximadamente, medio kilo. Media hora después estaba bien. Un susto, pero nada más.

A partir de ahora llevaré siempre fresas en el coche. Tienen suficiente azúcar, están muy ricas y huelen muy bien. Tendré seguro antiinsulina y ambientador en un solo pack.

En otro orden de cosas debo confirmar las declaraciones que Athair, Athe e Imperator hicieron antes que yo: El Call of Cthulhu: Dark Corners of the Earth da un mal rollo horrible. Casi prefiero seguir intentando no ser aplastado por una roca en el Resident Evil 4.

¡Ah! y copiando a Cassandra yo también he hecho mi lista de CD. Es evidente que soy muy poco original:


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lunes, 17 de abril de 2006

Celebración Deluxe



Durante muchos años, las celebraciones de mi cumpleaños fueron siempre un desastre. Si hacía la fiesta al aire libre, llovía. Si mis padres buscaban un lugar, estaba lleno. Eso sin contar con que el 90% de las veces caía en Semana Santa y, cuando me quería dar cuenta, todos mis invitados tenían los siguientes fines de semana comprometidos en otros cumpleaños.

Pero eso empezó a cambiar hace poco. El año pasado fue un gran cumpleaños (eliminando la absenta de la ecuación, claro) y este año ha sido muy bueno también. Y eso que hubo momentos en que amenazó desastre. Pero no me rendí y seguí buscando formas de conseguir un grandioso cumpleaños.

La fiesta sorpresa en casa de Imperator y Rapunzell fue todo un puntazo, aunque yo llegara tardísimo. La tarta estaba riquísima, algunos de los que estaban habían hecho un gran esfuerzo por estar, los regalos fueron geniales y la decoración me encantó. Un lujo, vamos.

Después de eso pasaron unos días de relax, de cara a la celebración privada. Athair y yo teníamos varias cosas que celebrar y decidmos dedicar un día entero a ello.

Así que el día de mi cumpleaños empezó de forma relajante con la visita a un Spa: circuito termal y masaje de 20 minutos. Salimos relajadísimos y encantados de la vida. La comida fue en el Hard Rock Cafe, al que yo no había ido nunca. Y quiso la casualidad que nos sentaran en una mesa junto al disco de multiplatino que habían dado a U2 por Achtung Baby.

Después de hinchar nuestros estómagos hasta el máximo, fuimos al lugar donde se encontraba el verdadero regalo. En mi infinita pereza, había decidido que en mi cumpleaños no quería dedicar un solo momento a cocinar, ordenar, recoger, etcétera. Quería que me lo dieran todo hecho, así que decidí que podíamos pasar la noche en un hotel. En un buen hotel. Es el típico lujo que siempre me he querido dar y nunca me he podido permitir, pero este año sí. La reserva era para una buena habitación para dos con desayuno, pero al llegar me ofrecieron un upgrade: cambiar de una habitación standard a una suite executive por un precio que me pareció razonable. Sobre todo cuando me dijeron que la suite tenía jacuzzi. Nos enseñaron las dos y me lancé a la piscina. Y no me arrepiento en absoluto:



Darse un relajante chapuzón a las once de la noche, comiendo unas deliciosas uvas, en la mejor de las compañías y viendo el cielo estrellado de Madrid (lástima del exceso de contaminación lumínica) no es algo que pueda hacer todos los días.
Fue un auténtico lujo, y uno de los mejores regalos que me he hecho a mí misma en toda mi vida.

El desayuno, a la mañana siguiente, tampoco estuvo nada mal.

En definitiva, que fue un cumpleaños grandioso. El peluche de Elmo, el masaje, el jacuzzi, las flores (que me he traído a casa, mostrando así que no soy, en absoluto, una persona acostumbrada a los lujos de los hoteles de 5 estrellas), la visita al Museo de Ciencias Naturales (hacía siglos que no iba), la comida, la cena, el desayuno, la visita al Rastro... Todo fue perfecto.

Y aún falta la fiesta.

Cada año mis cumpleaños son mejores. Casi estoy deseando que llegue el próximo, para ver con qué me sorprende la vida.