<$BlogMetaData$>

lunes, 17 de mayo de 2004

17.05 Decisiones Este ha sido un buen fin de semana. Bueno, salvo el domingo. El viernes salí a tomar algo con algunos de Hammo, y estuvo bien. reímos, charlamos y, de rebote, conseguí una invitación a mil copas para dentro de poco. Conseguir que sobrara dinero a la hora de pagar no fue tarea fácil, pero nos alegró a todos. Luego, a casa a dormir en la mejor de las compañías. El sábado, compras con mis padres. Yo no mucho (mi padre se hinchó a comprar), pero sí algo importante: el vestido y los zapatos para la boda que tengo en noviembre. tengo que decir que el color del vestido (negro) no le ha gustado a nadie (incluída la novia) pero me da igual. Siempre he ido de negro, salvo una vez que fui de azul y porque lo exigía la etiqueta (y me lo dijeron personalmente). Como esta vez no han dicho nada... Por la tarde, helado, risas, mosqueo y aglomeraciones con tres personas encantadoras. El mosqueo estuvo a punto de arruinarnos el día, pero por suerte el cariño fue más grande que el cabreo y el orgullo. Despedida en el andén y de camino a casa de Rapun, una mujer encantadora que había decidido organizar una pequeña fiestecita. Lo pasé genial, chicos, en serio. Marujeando sobre L.O. Metiéndonos con la música de la anfitriona (al final no me llevé la peli), bebiendo y pidiendo más bebida para algunos contertulios, escenificando cómo serán las relaciones en Isla Tortuga, comiendo nachos con salsa picante (hay que mirar el color de la tapa, querido Nastes) y riendo, sobre todo riendo. Gracias por la conversación junto a los ordenadores, chicos, me hizo recuperar sensaciones algo olvidadas. Y conseguí conocer un poquito más a una mujer encantadora, Cassandra, que aún me debe un relato... Vuelta a casa demasiado pronto, dormir poco y... a la comunión. Aburrida, aburrida, aburrida. Baste decir que me dormí la siesta sin que me importara la reprovadora mirada de la familia. Y como ya dije, no vuelvo a ir sola. Y hoy, una comida encantadoramente deliciosa. Caricias (no en la oscuridad Ear, pero casi), besos y palabras. Hummm... que bien se está cuando se está bien. Y en medio de eso, preguntas y dudas. decisiones que tomar. Miedos que intento vencer aunque me cuesta. Inseguridades que me dicen que no lo haga, o que no lo diga. Y las ganas pugnando porque lo haga. Me gustaría que ganaran las segundas, pero a veces no parece tan fácil... Esta noche me espera una PS2 prestada (gracias mi niño) y un nuevo capítulo de CSI. Y la promesa de que mañana será un buen día, lleno de buenas compañías (o eso espero) y una quedada con cañas de por medio que me intriga. Espero que el día sea como espero, y que termine como me gustaría, y que las dudas se vayan solas porque las ganas sean más fuertes. No sé qué debo hacer, y no puedo preguntárselo a nadie... Es lo único que me ensombrece un poco el ánimo. Por lo demás, brilla el sol.