Mal dia, buenos gestos

Hoy no he tenido una gran jornada. He dormido poco y regular y he madrugado sin quererlo (a las 8 la cama me ha escupido, casi literalmente). Así que, ya fuera de la calidez de mi edredón, he decidido bajar pronto a trabajar. Pero no he encontrado sitio para aparcar donde quería, así que después de 40 minutos dando vueltas me he ido a otro sitio. Conclusión: he llegado a trabajar una hora más tarde de lo que quería, aunque afortunadamente dentro de mi horario de entrada. El trabajo no ha sido mejor, la verdad, aunque creo que terminaremos pronto. Eso me permitiría irme con mi familia a pasar con ellos la Noche de reyes, pero no sé si me apetece. Mi estado anímico actual no es el mejor. Pero en medio de todo eso he recibido un inesperado regalo de Reyes: la oferta, más que generosa, de un buen amigo, que no ha dudado en ofrecerme lo que sé que a él también le hace falta. Muchas gracias, cielo, me has hecho uno de los mejores regalos de reyes de toda mi vida.