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jueves, 30 de junio de 2005

Si es Gaiman, es bueno

Llevo mucho tiempo queriendo rendir mi particular homenaje a un escritor que se ha aupado por méritos propios en mi lista de los Top Ten: Neil Gaiman. Hace algo más de dos años llegó a mis manos un ejemplar de Good Omens. Aunque me fue largamente recomendado, circunstancias personales hicieron que se quedara criando polvo en mis estanterías durante muchos meses. Finalmente, hace ahora un año me decidí a cogerlo. Y me encantó. Todo él. Los personajes daban fuerza a una historia, en principio, nada original: se acerca el fin del mundo y sólo una persona puede evitarlo. Azirafel y Crowley (un ángel avaricioso y un demonio perseguido por la maldición de Queen y las cintas en los coches), Perro (la bestia del infierno feliz de perseguir palos y chapotear en los charcos), los Jinetes del Apocalipsis (montados en sus Harleys y entre los que destaca Muerte)... La capacidad de crear personajes es sólo comparable a la de crear situaciones hilarantes e inolvidables, entre las que destaca, sin duda ninguna, el método Crowley para tener la mejor colección de plantas de Londres. Y si con Good Omens nació un flechazo, con Neverwhere se convirtió en amor profundo. Jamás volveré a ver Londres con los mismos ojos. Caballeros, magos, damas misteriosas, un mundo de ensueño encerrado en una ciudad, oculto a los ojos de casi todos, salvo de aquellos que saben y quieren mirar. Hace poco me hice con los 6 capítulos que la BBC hizo sobre el libro. Si bien Gaiman no está del todo feliz con el resultado, debo decir que lo poco que he visto me ha gustado. Y la forma de comenzar cada capítulo es no sólo inteligente, sino también inquietante. Y es que tiene que serlo. Neverwhere, y Gaiman, son inquietantes. Después llegó un cuento para niños: Coraline. O no tan niños. Partiendo de la misma premisa que Neverwhere (ahí fuera existe un mundo paralelo al que, generalmente, no tienes acceso), Gaiman creó otra obra genial. A ratos divertida, a ratos amarga, a ratos aterradora. Un cuento, como se dice habitualmente, para niños de todas las edades. La lucha de Coraline se convirtió pronto en la mía, su miedo ante un teatro vacío, en el mío. Y tras probar con sus novelas, empecé con sus cómics. Habían sido varios los que me habían recomendado The Sandman. Pero no recordaba quién, así que ni corta ni perezosa me compré el primer tomo. Y luego, poco a poco, los otros 9. Debo decir que adoro Sandman. Los personajes son simplemente geniales, y la historia me atrapó. La sencillez de los sentimientos de Morfeo, o Sueño, contrapuesta a la complejidad de sus acciones me cautivó. Y me hacía sufrir con él, porque ¿quién en su sano juicio condenaría a un amor perdido al dolor y la agonía de la eternidad en el infierno? No hay nadie en la familia de Los Eternos que sufra más que él, nadie a quien la conciencia le remuerda más, nadie tan fácilmente conmovible. Y nadie que, a su manera, ame más a los humanos que aquel que cada noche crea un mundo para nuestros sueños. Pero no era sólo la historia de Sandman. Junto a él, decenas de personajes igual de queridos por mí: Caín y Abel, su hermana Muerte, Matthew el cuervo, el Valle del Violín, Delirio, Destrucción, Lucifer... Y las historias de todos ellos, y las de aquellos que, alguna vez, cruzaron sus pasos con el señor de la noche. Siempre pálido, siempre de negro, siempre serio... Y del Rey del Sueño a su hermana, Muerte, de quien nadie puede no enamorarse. Porque es dulce, tierna y nos ama tal y como somos, sin querer cambiarnos. Y que hace que el paso al otro lado sea lo menos duro posible. En medio leí American Gods, que si bien me pareció un buen libro, debo reconocer que a veces me pareció demasiado denso y farragoso, impropio de Gaiman. Athair, que es un cielo, me regaló por mi cumpleaños otros cómics de Gaiman. Los Libros de la Magia, que me presentó como la versión gore de Harry Potter. No sé si la calificaría así, pero qué duda cabe de que es una historia de niños magos a lo Gaiman. Y qué duda cabe que me gustó. Mucho. También hay que destacar el regalo de todo el Palacio Imperial, La última tentación de Alice Cooper. Genial. Los lobos en la pared y Misterios de un asesinato también pasaron a engordar una colección de lecturas (que el primero es de Rapun) que el otro día aumenté con Humo y espejos (ya leído gracias a Hetoo y que me encantó), The Sandman. El libro de los sueños y Criaturas de la noche, donde aparece el mejor gato de la historia y que resume, en muy pocas páginas, el genio creativo de Gaiman. Su próxima obra, Anansi Boys, no se publicará hasta el 20 de septiembre en Estados Unidos, así que a saber cuándo puedo hacerme con un ejemplar... Pero no es sólo en la literatura donde Gaiman hace mejores nuestras vidas. El cine pronto empezará a sentir su influencia tras muchos muchos años de ausencia de su genio (sus últimos trabajos fueron en el guión de La Princesa Mononoke y un documental sobre John Bolton que escribió y dirigió). Pero estamos de enhorabuena, MirrorMask se estrena el 30 de septiembre y tiene muy buena pinta. Guión de Neil Gaiman y Dave McKean, dirección de este último y producción de The Jim Henson Company, ¿qué más se puede pedir? Si no me creéis, podéis navegar por la página de MirrorMask, y ver las fotos y el trailer. Se me hace la boca agua. Y eso es sólo el comienzo: Coraline (dirigida por Henry Selick, el mismo director que Pesadilla antes de Navidad), Beowulf (película de animación cuyo guión escribe junto a Roger Avary –Pulp Fiction–, que dirigirá Robert Zemeckis y protagonizará Anthony Hopkins), Los Libros de la Magia y Death: The High Cost of Living, que producirá New Line y cuyo guión está acabado desde abril. Además, Gaiman quiere dirigirla y parece que lo hará. El por qué: " At the end of the day, I love the project too much to want to hand it over to somebody and say, 'Yes, go and f*** it up.' I think it's the same kind of thing that Frank [Miller's] going through on Sin City. You don't want somebody else to go off and make the Sin City movie. If you're going to do it, you want it to be your thing. This is Death and I can see too many ways that people can change it". Y mientras espero que todo esto llegue, me dedico a leer su blog, divertido y tierno (como la entrada del Día del Padre del 19 de junio) y a visitar su página, donde se pueden encontrar escritos inéditos en la sección Exclusive Material y otras muchas sorpresas igual de agradables. Un lujo, un auténtico lujo. Y es que, como ya he dicho, si es Gaiman, es bueno.