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viernes, 29 de julio de 2005

Hoy los periódicos abren sus portadas con, ¡oh sorpresa!, una buena noticia. Una de esas cosas que nos alegran un poco la existencia. Después de 50 años de ataques, el IRA anunciaba el abandono total de la violencia (redactar esta frase me ha costado más de lo que parece por culpa del interiorizado lenguaje políticamente correcto). Después de 5 décadas, británicos e irlandeses pueden salir a la calle con la confianza de que nada va a pasar. Es cierto que ya llevaban 8 años de tregua, pero el peligro siempre estaba allí, más ahora con las negociaciones paradas y la autonomía de Irlanda del Norte suspendida. 50 años de enfrentamientos. Cerca de 3.000 muertos en total, unos 1.800 atribuidos al IRA. Demasiada sangre, de uno y otro bando, derramada por una idea. Recuerdo la primera vez que fui a Dublín. Cada mañana desayunaba en el B&B en el que me alojaba y después me encaminaba a la Hugh Lane Gallery. Fue mi primera visita en Irlanda, y allí me enamoré de un cuadro al que visitaba cada día. El mismo día de mi vuelta fui de nuevo al museo, quería despedirme. En la sala, el mismo vigilante de cada día, que me saludaba con amabilidad. Pero esa vez fue distinta, porque no pudo evitar preguntarme qué veía en el cuadro, por qué regresaba cada mañana. Cuando se enteró de que era española la conversación giró, inevitablemente, a ETA y el IRA. El buen señor, afiliado al Sinn Fein, defendía el uso de la violencia. Yo intentaba hacerle entender que estaba absolutamente en contra. En un momento determinado sacó a colación los hechos del Domingo sangriento (14 manifestantes muertos en Londonderry, 1972) como justificación. Y aunque entendía su frustración, no podía compartir su razonamiento. Obviamente nadie convenció a nadie aquel día, pero guardo un buen recuerdo de aquella conversación. Me gustaría estar hoy en Dublín, ir a la Hugh Lane Gallery y brindar con aquel vigilante frente a mi cuadro. Ójala noticias como esta llenaran las primeras páginas de los periódicos cada día, hasta que no quedara nadie dispuesto a matar en nombre de una idea. Pero hubo alguien que expresó mucho mejor que yo la frustración que supone saber que, allí fuera, sigue habiendo gente dispuesta a eliminar ideas, o realidades, eliminando a aquellos que las defienden. Sunday Bloody Sunday I can't believe the news today I can't close my eyes and make it go away. How long, how long must we sing this song? How long, how long? 'Cos tonight We can be as one, tonight. Broken bottles under children's feet Bodies strewn across the dead-end street. But I won't heed the battle call It puts my back up, puts my back up against the wall. Sunday, bloody Sunday. Sunday, bloody Sunday. Sunday, bloody Sunday. Sunday, bloody Sunday. Oh, let's go. And the battle's just begun There's many lost, but tell me who has won? The trenches dug within our hearts And mothers, children, brothers, sisters Torn apart. Sunday, bloody Sunday. Sunday, bloody Sunday. How long, how long must we sing this song? How long, how long? 'Cos tonight We can be as one, tonight. Sunday, bloody Sunday. Sunday, bloody Sunday. Wipe the tears from your eyes Wipe your tears away. I'll wipe your tears away. I'll wipe your tears away. I'll wipe your bloodshot eyes. Sunday, bloody Sunday. Sunday, bloody Sunday. And it's true we are immune When fact is fiction and TV reality. And today the millions cry We eat and drink while tomorrow they die. The real battle just begun To claim the victory Jesus won On... Sunday, bloody Sunday Sunday, bloody Sunday..