<$BlogMetaData$>

martes, 1 de junio de 2004

16.20 Vaya, vaya, vaya... Que sí, que lo sé, que llevo mucho tiempo sin pasar por aquí... Pero es que no me apetecía nada escribir las cosas que me han pasado. Algunas por cabreo, otras por disgusto y, las más, por miedo. Pero ya va siendo hora ¿no? – Trabajo: Pues sí, firmé un contrato por año y medio. Pero no, no volveréis a leer algo mío en algún tiempo (con las honrosas excepciones de las reseñas de teatro y un reportaje sobre Joyce). ¿La razón? Que ahora soy redactora de edición. Y no, no es un ascenso. A partir de ahora, y como mínimo hasta final de verano, limitaré mi trabajo a corregir lo que otros escriban. – Piratas: lo pasé bien, muy bien, de hecho. Solo unos pequeños borrones empeñaron el buen rollo, pero se alejan en el cielo. Ser chica de Berta tiene sus ventajas, aunque ponerme el corpiño me costó vaso y medio de grog a eso de las 11 de la mañana... He visto las fotos. Ausente en casi todas (suspiro de alivio). Algunas divertidas, otras menos, que parecen más serias. – Casa. Sí, habéis leído bien. Casa. La casa de Tindriel. Un poco alejada del centro urbano pero no importa. Por fin tendré un lugar que llamar casa. Un lugar grande donde poder meter todos mis libros. Donde cocinar bizcochos, o lubinas a la espalda, y donde celebrar verdaderos tindrichuzos sin tener que pedir prestado un lugar adecuado. – Estado de ánimo: variable. Con altibajos. Y miedos. Muchos miedos. A perder la tranquilidad, a romper la baraja, a la hipoteca que se avecina, a perder lo que tengo, a no ser aceptada, a causar daño, a meter la pata.... Pero sigo caminando.