<$BlogMetaData$>

viernes, 3 de septiembre de 2004

15.30 Terry Pratchett Hace un par de años escuché a Rapunzell hablar de un libro que le había encantado. Era tan divertido lo que contaba, tan ingeniosa la historia, que no pude resistirme y se lo pedí a beor. El título era El éxodo de los gnomos. Camioneros. beor, muy amable, me prestó la trilogía completa, que devoré en cuanto cayó en mis manos. Recuerdo que el primero me encantó. Es cierto que ya conocía bastante de lo que ocurría, pero aún así, mis carcajadas eran bastante espectaculares. El segundo y el tercero (Cavadores y La nave) también me gustaron, aunque quizás un poco menos. Supongo que había perdido parte de la novedad, y había cosas que ya no me sorprendían tanto como al principio. Aún así, me gustó lo suficiente como para pedirle a mi bibliotecario más obras del mismo autor. Me dejó El color de la magia y La luz fantástica. Cogí el primero de ellos con muchas ganas. Y no pasé de la página 40, más o menos. No lo pude terminar. De hecho, pasar la primera página me costó un gran esfuerzo. Así que, cuando vi que no me hacía reir, lo abandoné. El segundo ni si quiera llegué a abrirlo. Tiempo después, un amable caballero me regaló un libro que para él era especial: Good Omens, de Pratchett. Por circunstancias de la vida el libro estuvo cerrado más de un año, mirándome retador desde la estantería. No podía abrirlo. Pasado el largo intervalo vital, y cambiadas muchas cosas entretanto, decidí leérmelo. Me gustó. Me gustó mucho. Al principio, debo reconocerlo, me costó algo entrar en él, pero no reírme de lo que ponía, y poco a poco se fue haciendo conmigo. Pratchett volvió, gracias a este título, a ocupar el puesto de mi lista que antaño le había adjudicado. Y hace una semana decidí darle una nueva oportunidad, esta vez merecida. Pedí experto consejo, y me sugirieron 3 títulos, que adquirí obedientemente. El primero, claro, El color de la magia. Decidí leérmelo. Y no me disgustó tanto como la otra vez. Eso sí, no se cuenta entre mis preferidos. Aunque es divertido creo que es el peor de los que he leído. El segundo fue Mort, que me gustó mucho más. Volví a soltar carcajadas mientras leía, aunque esta vez mucho menos escandalosas, y en un número menor. Eso sí, creo que el personaje de La Muerte está desaprovechado. Espero que haya mejorado con la práctica (Pratchett, digo). El tercero, que estoy leyendo ahora, es ¡Guardias! ¿Guardias?. Y es el que más me está gustando de los 3. Pero se me están acabando las páginas, y las carcajadas. Es una pena, aunque el señor autor y los señores editores estarán contentos: gracias a las recomendaciones, me he picado, y quiero leer más... Supongo que me llevaré a mi experto de compras en breve. Por otro lado, los fantasmas han desaparecido. No sé si exorcizados por mis risas o por mi fuerza de voluntad (y el deseo de no caer en su trampa). Así que estoy bien. Aunque un poco preocupada, porque en los agitados mares en los que me muevo últimamente hay alguien a quien quiero mucho que no está bien. La tristeza traspasa el teléfono, y no quiero verle así. También estoy frustrada, porque no puedo hacer nada, y me siento impotente. Por lo menos parece que hay alguien que le puede ayudar y con quien él parece poder contar. No es lo mismo, para mí, pero eso me consuela bastante.