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domingo, 10 de octubre de 2004

1.11 El por qué de las cosas O, más bien, el por qué de este largo (y dividido en tres partes) post. Hay veces en las que una canción es capaz de removerte por dentro, de expresar con palabras lo que sientes en determinado momento de tu vida. Luego, eso pasa, y la canción queda almacenada en tu cerebro como parte de los recuerdos unidos a esa experiencia. Normalmente cuando la vuelves a escuchar, no es lo mismo. Ya no te emociona igual. A lo largo de mi vida he tenido muchas canciones de ese tipo, como todos. Y siempre me recordaban cosas, situaciones, experiencias vividas o sentidas. Nunca personas. Desde hace unos días eso ha cambiado. Existen dos canciones, dentro de mi repertorio musical habitual, que me traen recuerdos muy concretos, de dos personas que, a su modo, han sido muy importantes en mi vida. Una de ellas, además, habla de cómo me siento desde que desapareció de mi vida. El sentimiento no es constante, no os preocupéis. Pero está ahí, y de vez en cuando aparece. Quizás últimamente con más intensidad debido, precisamente, a la canción. Qué dos canciones son, y a quién me recuerdan es algo que averiguaréis si seguís leyendo. Eso sí, aviso: los dos post que quedan son largos.