<$BlogMetaData$>

martes, 19 de abril de 2005

Habemus papam. Los cardenales electores acaban de decidir quién será el cabeza de la Iglesia durante los próximos años. Custodio de la Fe y la Ortodoxia, parece que el Colegio Cardenalicio ha apostado por una cierta continuidad, no en vano era mano derecha de Juan Pablo II. Si bien como no creyente este hecho no me afecta en demasía, como periodista me hubiera gustado poder seguir la noticia de forma más activa. Recuerdo cuando hace unos años viajé a Roma con mi madre y visitamos el Vaticano. Entonces pensé en lo emocionante que sería poder estar allí, transmitiendo noticias cuando se produjera el relevo. Existen una serie de noticias que todo periodista quiere dar, y el resultado de un Cónclave es una de ellas. Son esas noticias de marcado carácter histórico en las que, al menos a mí, me gustaría tomar parte aunque fuera de forma mínima. Cumpleaños feliz. Después de muchos años se rompió la tradición y pasé un cumpleaños muy agradable. Pequeñas nubes amenazaron tormenta en algún momento del fin de semana, pero supimos dejarlas pasar. Eso sí, la absenta casi pudo conmigo y fue la encargada de acabar abruptamente una noche en la que disfruté cada momento. Incluso cuando me golpeé en la rodilla con una de esas barras de hierro que el Ayuntamiento ha colocado por las calles para impedir que los coches aparquen sobre las aceras. Preocupación. Por desgracia ayer recibí una mala noticia. Y estoy preocupada. No cambia nada que esté así, pero me siento algo impotente. Me gustaría hacer mucho más por aquellos que lo han dado, o lo darían, todo por verme feliz. Planes. Algunos se truncan, otros siguen en pie y otros nuevos surgen. De momento este fin de semana me marcho con un grupo de gente a la que hace siglos que no veo. Y tengo muchas ganas.